Cada vez más revistas científicas están anunciando su paso al acceso abierto. A partir de ese momento todos los artículos que publican pueden ser leídos libremente. ¿Quién va a estar en contra de un movimiento tan loable que persigue poner en acceso abierto las publicaciones científicas?
El autor reproduce en este artículo numerosos testimonios de investigadores que cuentan en primera persona las consecuencias que la presión por publicar tiene en su faceta científica y hasta en su vida personal.