Autores y editores de libros, periódicos, revistas y partituras se enfrentan, cada vez más, al robo digital de sus obras editoriales. Para ayudarles a impulsar el uso legal de sus publicaciones, CEDRO ha desarrollado un servicio pionero basado en huellas digitales que ya protege en internet casi 100.000 obras, de las cuales, más de 7.000 son del ámbito universitario.
Promoviendo una digitalización sostenible y segura
CEDRO tiene la labor y el compromiso de, además de gestionar de forma colectiva los derechos de propiedad intelectual de los libros y la prensa, velar por el uso legal de estas publicaciones, con el objetivo último de promover la sostenibilidad de la cultura escrita.
En el camino de impulsar el progreso cultural, nos encontramos con muchos retos. Entre ellos, internet y la digitalización del sector editorial, que han propiciado grandes oportunidades para el mundo del libro, pero también algunos desafíos, ya que su irrupción ha fomentado un crecimiento del uso ilegal de estos contenidos, que sigue creciendo hasta el día de hoy.
Nuestra labor pasa por convertir internet en un lugar seguro para autores y editores, donde no se vulneren sus derechos, donde se incentive la creación y donde los creadores sean remunerados de forma adecuada por los usos de sus obras. La digitalización también tiene que ser sostenible e inclusiva, sin dejar a nadie atrás.
Por eso, desde CEDRO, venimos desde hace años desarrollando un ecosistema digital para acompañar a nuestros socios en este camino. El ecosistema digital de CEDRO es un conjunto de herramientas tecnológicas que nos permiten gestionar de forma cada vez más eficaz los derechos de autor de nuestros socios y luchar contra el robo digital de sus contenidos.
Entre otros servicios, hemos desarrollado un servicio pionero basado en huellas digitales, del que ya se benefician 335 editoriales, que a través de esta herramienta protegen hasta 96.911 obras. De ellas, 11 son editoriales universitarias, que protegen 7.292 publicaciones con esta herramienta.
¿Cómo acceder a este servicio?
Las editoriales socias de CEDRO pueden acceder a este servicio desde el Área privada de socios, a través del Sistema Automático de Reporte (SAR).
Además, también pueden hacerlo a través del Depósito Legal de la Biblioteca Nacional de España (BNE), que, siempre con la autorización previa de los titulares de derechos, convierte de forma automática las publicaciones que se registran en huellas digitales, gracias a un acuerdo de colaboración que mantiene con nuestra Entidad.
¿Cómo funcionan las huellas digitales?
Con la autorización de sus titulares de derechos, convertimos las publicaciones en huellas digitales, que son secuencias de números, letras y símbolos encriptados, y archivamos este contenido en una biblioteca segura. Esto nos permite rastrear la web, servicios de mensajería y redes sociales en busca de coincidencias y detectar el uso de copias ilícitas en internet.
Si detectamos que se está compartiendo de forma ilegal alguna de las publicaciones que tenemos en nuestra biblioteca, podemos activar los mecanismos pertinentes para solicitar la retirada de esos contenidos o, de otra forma, promover la legalización de los usos que se estén realizando.
Además, esta herramienta también nos permite hacer un seguimiento de los usos legales que se llevan a cabo de las obras de nuestros miembros, por ejemplo, en copisterías o en el ámbito académico, para adecuar el reparto de los derechos de autor a los usos que se están haciendo de estas publicaciones.
Los servicios de mensajería son el principal canal de piratería
Nuestro servicio de huellas digitales es especialmente útil para localizar y retirar copias ilícitas en los servicios de mensajería y redes sociales. Esto resulta de especial interés, pues en los últimos años, estas herramientas se han convertido en el principal canal de piratería de obras editoriales, por ejemplo, a través de aplicaciones como WhatsApp.
Todavía más si tenemos en cuenta que el sector editorial español acusa más los efectos de la piratería que el resto de países. Como pone de manifiesto el Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita, impulsado por CEDRO, el acceso a páginas web ilícitas que comparten contenidos editoriales creció casi un 60 % en el último año. Eso supone que el 27,5 % de los accesos a páginas web ilícitas son de contenido editorial.
Por si fuera poco, los internautas hispanohablantes acceden un 15 % más a páginas ilícitas que el resto de los usuarios de otros países. Esto pone a los autores y editores españoles en una posición mucho más vulnerable que a sus homólogos que publican en otros países.
En un contexto de crecimiento de la piratería de contenidos editoriales, servicios como el de huellas digitales se convierten en una herramienta fundamental para proteger los contenidos y fomentar el uso legal de sus obras.