
Miembro de Crossref desde 2008, Editorial CSIC publica 41 revistas en acceso abierto Diamante, y juega un papel esencial en la diseminación del conocimiento científico a nivel internacional. Exploramos lo que este premio ha significado para Editorial CSIC y qué planes para el futuro tienen para seguir mejorando la calidad y uso de sus metadatos.
El ‘Boletín Geológico y Minero’ ha recibido el primer premio de Crossref al enriquecimiento de vuestros metadatos ya que en tan solo dos años, ha visto la cobertura de los metadatos pasar del 1 al 40%. ¿Cuáles han sido las motivaciones que han llevado a esta revista a ver una mejora tan grande en sus metadatos?
Editorial CSIC publica 41 revistas científicas, todas ellas presentes en los principales indexadores. Son revistas de prestigio que ofrecen, desde hace muchos años, contenidos revisados de alta calidad. Sin embargo, hoy en día, no es ya suficiente para una revista científica ofrecer contenidos de calidad, hoy en día es necesario ofrecer también una alta calidad en los metadatos generados por esas publicaciones. Algo que hace no muchos años veíamos como un servicio de valor añadido se ha convertido en algo imprescindible.
En un entorno de trabajo electrónico y en Internet, los metadatos son claves para la difusión de los contenidos, la identificación de revistas, autores/as, instituciones editoras, entidades financiadoras… Para un editor es fundamental poder transmitir esa información según unos procedimientos técnicos y unos protocolos estandarizados para garantizar su compatibilidad con las máquinas que cosechan, almacenan y distribuyen datos favoreciendo la visibilidad y la descubribilidad de nuestras revistas.
¿Seguís alguna estrategia? ¿Cómo decidís qué elementos priorizar?
Llevamos años trabajando con metadatos y, de forma periódica, vamos revisando y ampliando el número de elementos que convertimos en metadatos. Damos prioridad siempre a lo que es ya un estándar claramente identificado (por ejemplo el ORCID) y también a aquellos metadatos alineados con las políticas editoriales que consideramos prioritarias (por ejemplo la licencia CC by que aplicamos).
El flujo de trabajo requiere como primer paso la identificación, por parte del editor, de los datos que se quieren obtener y de cómo se van a pedir. Una vez se integran todos ellos en la política de envío de originales a la revista, es imprescindible la colaboración de los autores que son los que aportan los datos que, en una fase posterior son revisados por un editor técnico especializado en metadatos (diferente al revisor de texto). Por último, es imprescindible contar con una herramienta que permita automatizar la transferencia de metadatos y aquí es muy importante contar con personal técnico especializado. Nosotros trabajamos con la plataforma OJS, yo he pasado años depositando metadatos en Crossref con los archivos XML que generábamos, uno a uno. Con 1.000 artículos publicados de media al año, la creación del Módulo de exportación CrossRef XML de OJS para el depósito automatizado desde la plataforma fue de gran ayuda para nosotros porque aligera bastante el trabajo, asegura una mayor fiabilidad y nos permite dedicar nuestro tiempo a mejorar otras cosas.
También nos da una mayor flexibilidad a la hora de revisar nuestras políticas de datos, por ejemplo, nos ha permitido abordar un depósito masivo para actualizar todas nuestras referencias para corregir errores recurrentes.
¿Cómo habéis integrado esto en vuestra estrategia de metadatos?
El Crossref Metadata Enrichment Award ha sido concedido en concreto a la revista Boletín Geológico y Minero por haber experimentado una gran mejora en sus metadatos en los últimos años. Esta revista era editada por otra institución y cuando Editorial CSIC se hizo cargo de ella le aplicamos los mismos estándares que venimos utilizando en el resto de nuestras revistas desde hace años. Nos sentimos por ello especialmente orgullosos, porque entendemos este premio como el aval a una política de metadatos que llevamos años desarrollando y que ha permitido una mejora importante para esta revista en un tiempo relativamente corto.
Para ello fue clave la colaboración de la dirección científica de la revista, nosotros explicamos primero qué datos deben ser solicitados a los autores, por qué y para qué, y luego nos ocupamos de confirmar que se han ido integrando en los artículos y de implementarlos en la plataforma OJS para proceder después a su depósito en Crossref pero también a su integración en otras vías de difusión de metadatos.
A nivel de impacto, ¿cómo veis que una buena cobertura de los metadatos afecta a vuestra organización? ¿Beneficia de alguna manera vuestro trabajo editorial? O cualquier otro aspecto de vuestra actividad?
Más allá de sus beneficios obvios como potenciar la visibilidad de nuestras publicaciones y contribuir a manejar una información controlada y de calidad, en última instancia deberían ayudarnos a posicionarnos como grupo profesional. Nuestra función esencial es publicar contenido científico revisado y de calidad y transmitirlo a la comunidad científica y, cada vez más, a toda la sociedad. Sin embargo, hoy en día, deberíamos aspirar a ser identificados también como proveedores de datos. Y eso, en “la era del dato”, es mucho decir. Debemos ser capaces de extraer los metadatos de nuestras publicaciones aportados por los autores (palabras claves, filiación, bibliografías…) pero también debemos ser capaces de generar nosotros otros metadatos y de transmitirlos y difundirlos.
Las revistas científicas deben seguir contando con un editor que haga una revisión ortotipografía y de pruebas, pero también deben contar con un editor de metadatos, alguien que sepa qué es FundRef y sepa dónde y cómo hay que introducir los datos en la plataforma para garantizar que se conservan y transfieren de manera correcta y eficiente.
Por ello, quiero aprovechar esta ocasión para reivindicar el papel del editor como generador y proveedor de datos. Los editores somos la fuente de datos, hay agentes como las bibliotecas e indexadores que los cosechan, archivan, transmiten y procesan para, por ejemplo, generar nuevos contenidos o servicios, pero solo nosotros tenemos la capacidad de generarlos.
¿Habéis encontrado dificultades a la hora de mejorar y manejar vuestros metadatos? En ocasiones los autores se quejan de que se les piden muchos datos, por ejemplo, el uso de ORCID es obligatorio en nuestras publicaciones y muchos autores, sobre todo de ámbitos no europeos, se han quejado porque no saben qué es y para qué sirve o, por motivos personales, no quieren registrar ese identificador personal. Son motivos respetables, por supuesto, pero para nosotros prima la necesidad de identificar correctamente a cada autor y creemos que el ORCID ayuda a ello.
Otro problema habitual es que muchos autores, al citar una fuente de financiación, utilizan el nombre de la entidad financiadora pero a veces no lo ponen completo, o no incluyen el acrónimo o lo que es peor, ponen el nombre pero no el código de la institución o del proyecto. Los autores están acostumbrados a escribir pensando en los lectores “humanos” y no en las máquinas que van a procesar después toda esa información. Nuestro papel, como editores de metadatos, pasa por informarles, de forma didáctica, de la importancia de aportar esos códigos y pedírselos si vemos que no los han incluido en su manuscrito.
Y con respecto a vuestra comunidad, ¿se ha visto beneficiada de vuestro esfuerzo para tener unos metadatos completos y de alta calidad? ¿Están los autores, editores o lectores al tanto de estos esfuerzos o lo valoran?
Para el editor técnico es más sencillo valorarlo, nosotros sabemos cómo funciona el entorno, lo importante que es la interoperabilidad de las plataformas, la rapidez y amplitud de transmisión que puede alcanzar un dato y lo importante que es que esté correcto desde su origen porque luego puede ser muy, muy difícil corregirlo y controlarlo. Somos conscientes también de su posible impacto porque sabemos cómo los sistemas de información se alimentan unos de otros y comparten información, una información que generamos nosotros.
Los editores científicos, autores y lectores suelen valorarlo menos y no siempre son conscientes de su relevancia, aunque no se puede generalizar. Y de hecho, aunque creo que todos deberían tener al menos unas nociones básicas de cómo funciona, creo que los autores ya están bastante saturados con todos los requerimientos que les pedimos para entregar sus manuscritos como para que les pidamos, además, formación específica en metadatos. Para eso (entre otras cosas) estamos los editores, para indicarles qué datos y cómo los deben aportar.
No obstante, hoy en día todo el mundo está familiarizado con lo que son y lo que se puede hacer con los datos, todos consumimos productos muy diversos a través de internet y tenemos al menos nociones de lo que son los metadatos, los datos personales, los algoritmos… Hace años era mucho más complejo hacer didáctica de esto, pero hoy en día cualquiera lo entiende fácilmente y más en un ámbito científico y tecnológico como el de nuestras publicaciones.
Con la vista puesta en el futuro, tenéis algún plan para seguir construyendo sobre lo ya creado? ¿Algún elemento que queráis seguir implementando o prácticas que queráis incorporar en vuestra manera de trabajar?
En Editorial CSIC, desde que comenzamos a publicar en formato electrónico y a distribuir nuestras revistas electrónicas en línea, hace ya casi 20 años, siempre estamos tratando de innovar en diseños, plataformas de gestión, formatos de archivo… Hablando de cosas concretas, hemos ampliado el uso obligatorio de ORCID y DOI a las contribuciones que no son puramente artículos científicos (hasta ahora nuestras reseñas, obituarios y textos similares no los tenían) y estamos valorando la implementación de identificadores ROR para organizaciones de investigación.
¿Qué consejos darías a aquellas organizaciones que están comenzando a mejorar la calidad de sus metadatos?
Para aquellos editores que están empezando a reforzar sus metadatos me atrevería a indicar algo aparentemente lógico y sencillo pero que creo que no siempre se hace: que planifiquen con calma y en detalle una política editorial de datos basada en identificar y seleccionar los datos que consideren prioritarios e implementar, después, protocolos para solicitarlos a sus autores e integrarlos en las plataformas editoriales y, por último, configurar correctamente dichas plataformas para asegurar una correcta exportación.
El metadato requiere de una cadena en la que trabajan diversas personas con distintos perfiles, hay que tener recursos para afianzar esa cadena y hay que tener en cuenta que no basta con pedir los datos a los autores, hay que seguir el recorrido de los datos desde su origen hasta donde podamos y eso no termina cuando los depositamos en Crossref: podemos depositarlos de manera adicional en otros sitios, podemos darles otras salidas y, además, debemos volver sobre ellos si detectamos algún error sistemático que podamos corregir.
Los Metadata Excellence Awards fueron entregados en mayo de 2025, en el contexto del encuentro anual de Crossref con su comunidad. Os dejamos el vídeo de aceptación del premio por parte de la revista Boletín Geológico y Minero, editada por Editorial CSIC.
Este artículo se publicó originalmente en el blog de Crossref https://www.crossref.org/blog/mejorando-la-visibilidad-a-trav%C3%A9s-de-los-metadatos-una-mirada-desde-editorial-csic/ Desde Unelibros Blog agradecemos a Crossref la gentil autorización para la reproducción de este contenido.


