El gran juego del libro: una yincana literaria o cómo crear relación emocional entre adolescentes y librerías.

22/03/2022Rosario Moreno-Torres

La autora comparte en este artículo los objetivos que llevaron al Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga a organizar esta actividad en la que participaron, en su primera edición, noventa alumnos de 4º de ESO y cinco librerías de la ciudad. Gracias a la idea, algunos chavales entraron en una librería por primera vez.
El gran juego del libro: una yincana literaria o cómo crear relación emocional entre adolescentes y librerías.
Cartel de la 1º edición de la yincana literaria "El gran juego del libro", organizado por UMA editorial en enero de 2022.

“Claro que vamos a participar en el Gran Juego del Libro, Rosario. No se trata de que haya más ganancias: para vender libros ya está Amazon. Nosotros somos una librería”. Era la respuesta de José Antonio Ruiz, gerente de Librería Luces, a nuestra propuesta de participar en una yincana literaria dirigida al alumnado de Secundaria en la que las respuestas a un misterio a desentrañar se encontraban en doce libros de nuestra editorial que estarían en los estantes de cinco librerías del centro histórico de Málaga: Rayuela, Proteo, Áncora, Luces y Agapea CAC.  

No es fácil para una pequeña editorial universitaria estar en los puntos más visibles de las librerías, incluso en las de nuestra ciudad. Y, evidentemente, fomentar esta presencia era un acicate para promover una iniciativa de esta índole; sin embargo, no era la única razón, ni siquiera era la más importante. Había razones de mercado, había razones de marca, había razones de responsabilidad institucional de nuestra Universidad para promover las librerías y la presencia en ella de nuestras publicaciones. Todas estas motivaciones se han tenido en cuenta; pero ninguna ha pesado tanto en el diseño de la yincana como la posibilidad que daba de crear en la memoria de sus participantes (en su primera edición noventa alumnas y alumnos de cuarto de la ESO) la imagen y el recuerdo para siempre de “la librería” como un espacio propio para el juego, para el encuentro, para la lectura; y, con ella, la posibilidad de encontrar palabras que respondan a lo que sentimos, a lo que necesitamos y a lo que deseamos.  

Recuerdo infantil de la librería

En el mítico año 1968 yo era una niña de siete años que visitaba de la mano de su padre la librería papelería Denis, en la calle Santa Lucía de Málaga. Este es un recuerdo que sé que comparto con muchos malagueños. Por encima del mostrador un cordel del que colgaban cuentos troquelados, entre ellos mi mirada escogió uno: Mariuca la castañera. Mi padre hablaba con el librero. ¿Sería Jorge Denis su propietario el que nos atendió? Mariuca era una pobre niña, tan guapa como compasiva que daba castañas a los niños pobres. Los ángeles las reponían por la noche para recompensar su bondad. Con la ayuda de mi madre representamos mis hermanos y yo la historia del cuento cuyas páginas y dibujos siguen en mi memoria. No fui Mariuca, hice de ángel (era castaña con el pelo corto, lo que automáticamente impedía cualquier papel principal). No fui protagonista, fui algo mucho mejor: una niña lectora.

Aprender a amar las librerías

Se puede aprender a amar el mundo de los libros y las librerías son un buen lugar para hacerlo. Por eso creamos este juego de divulgación de la ciencia y de la edición universitaria en colaboración con estas. El reto, la emoción de la investigación, el encuentro con compañeras de clase, con las autoras de los libros en los que está la respuesta y con las libreras pueden crear ese tejido emocional que hace de un lugar un espacio mental y afectivo.

El juego arranca con estas palabras: “Os hemos convocado porque nuestra organización (SPYDUM- Servicio de Publicaciones y Divulgación Científica) necesita de forma urgente personal para una misión especial. El mundo se derrumba y necesitamos vuestra ayuda. La respuesta está en la poesía”

El refugio de la palabra escrita

¿No se derrumbaba el mundo en los peores momentos de la pandemia?, ¿no estamos destinados a que el mundo se derrumbe cuando hay pérdidas, cuando nos sentimos solos, cuando falta el trabajo o cuando somos niños y recibimos suspensos? Cuando el mundo se derrumba está la palabra sabia, la palabra de consuelo, la palabra tecnológica, está la palabra escrita.

“El mundo se derrumba y yo escribo poemas” dice Antonio Quesada, profesor de derecho administrativo, que inició el juego. A partir de ahí empiezan las pistas que hemos creado en el Servicio de Publicaciones y Divulgación Científica con Marga Naranjo a la cabeza. Noventa chicas y chicos han recorrido cinco librerías de Málaga, y muchos de ellos las han visitado por primera vez.

Ha sido la primera edición del juego, volveremos a repetir, como en la oca, de librería en librería y tiro porque me toca.

Reportaje fotográfico de la yincana literaria.

 

Rosario Moreno-Torres

Rosario Moreno-Torres

Jefa del Servicio de Publicaciones Científicas de la Universidad de Málaga.

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