Ecuador en corto, la creación invisible

07/09/2021Carlos Ferrer

Carlos Ferrer nos presenta en este artículo el libro "Ecuador en corto. Antología de relatos ecuatorianos actuales", publicado por Prensas de la Universidad de Zaragoza. Una obra que saca de la invisibilidad la narrativa breve ecuatoriana para disfrute de los lectores y acceso de los investigadores. Un libro pensado para tender puentes entre continentes.
Ecuador en corto, la creación invisible

La Universidad de Zaragoza ha publicado la antología Ecuador en corto. Antología de relatos ecuatorianos actuales, una recopilación de la mejor (y más desconocida) narrativa breve de los últimos años del país andino. Veintiocho relatos de veintiocho autores vivos conforman una  representativa selección que abre senderos inéditos no solo para los lectores, sino también para los investigadores, puesto que la literatura ecuatoriana permanece anclada en la periferia y prácticamente invisible más allá de su propia frontera por causas mercantiles.

En este amplio mosaico predominan los autores nacidos en la década de los cuarenta, como es el caso de los premiados con el Eugenio Espejo (el mayor galardón de las letras ecuatorianas) Jorge Dávila Vázquez y Abdón Ubidia, pero también tienen presencia las nuevas voces nacidas en las décadas de los ochenta y los noventa, caso de Andrés Cadena, Marcela Ribadeneira y Andrea Armijos, así como escritores que han publicado algunos de sus últimos trabajos en editoriales españolas, como Javier Vásconez, Raúl Vallejo, Daniel Alcívar Bellolio y Gabriela Ponce.

Todos los escogidos han publicado al menos un libro de relatos, género predominante en sus bibliografías.

Al hojear el volumen, comprobamos que la mayoría masculina se convierte en una mayoría femenina conforme avanzan las décadas de nacimiento de los autores, fruto del ejercicio de la literatura de numerosas mujeres, procedentes de capas sociales acomodadas. Por lo tanto no ha habido cuotas de sexo, edad ni región (hay autores nacidos tanto en Guayaquil como en Quito, tanto en Loja como en Cuenca, tanto en Manta como en Ibarra, tanto en la costa como en la sierra).

Inexplorado territorio narrativo

La variedad de temas y estilos contribuye a mostrar un enriquecedor y diverso panorama de una literatura emergente, la cual se abre paso con esta antología, que trata temas desbordantes, como la violencia, la miseria, el temor, la migración, la pasión y el deseo.

Resulta enjundioso que el relato de Bruno Sáenz, el único inédito del libro, dé el protagonismo a Medea, lo cual muestra interés en la tradición grecolatina, desplazada por la propia tradición andina y orillada en la educación pública ecuatoriana.

También cabe destacar el arriesgado relato de Jorge Dávila Vázquez “La luz en el abismo”, una experimentación formal protagonizada por Pablo Palacio (el Kafka ecuatoriano), así como el texto de Carlos Carrión (bautizado por Abdón Ubidia como el Nabokov ecuatoriano) “Un ángel de la guarda borracho de remate”, en el que desarrolla su habitual humor crítico, y el de Jorge Velasco Mackenzie, titulado “Aeropuerto”, uno de los primeros que publicó, con el éxodo y el tránsito como temas.

Estos y el resto de los relatos conforman una interesante apuesta para que el lector capte el todo desde las partes aquí establecidas cual geografía de un inexplorado territorio narrativo, así como la singularidad de una inusitada literatura, que parece un enigma por su desconocimiento a este lado del océano y a pesar de su valía.

Antología que tiende puentes

Salvo la literatura argentina y mexicana, en España los autores latinoamericanos apenas tienen cabida en las mesas de novedades de las librerías, de ahí que esta antología no solo tienda puentes entre continentes, sino que contribuya a abrir nuevas sendas de investigación y a posibilitar el acceso a unos textos, dispersos por la producción editorial andina y ahora rescatados para el disfrute del lector español. 

Desde el primer momento, se ha buscado poder seleccionar relatos, consensuados con los autores y a salvo de derechos, que  descoloquen, que  exijan al lector, que muestren una visión, una perspectiva diferente del mundo que nos rodea y, sobre todo y ante todo, que conmuevan de manera incómoda, que emocionen, que  hagan observar lo que nos rodea a través del espejo del texto más allá de descripciones de fotografía, que se decantan por lo estático y eluden al personaje en marcha.

La selección de cada uno de los cuentos de los autores permite adentrarse de manera significativa en el estilo de cada uno de ellos, comparar recursos narrativos, cotejar diferencias temáticas, y también posibilita comprobar cómo ha evolucionado la literatura ecuatoriana en las últimas décadas: de Hulio Ruales a Lucrecia Maldonado prevalece el realismo social, que deja paso a la distorsión de esa cruda realidad en los autores siguientes, más jóvenes, menos reivindicativos, con peculiares mundos narrativos propios centrados en el individuo y sus fronteras y referenciados no en el pasado sino en el presente, sin conciencia de pertenencia a grupo generacional alguno ni filiaciones (una constante antaño era la creación de grupos literarios), sin voluntad parricida ni nostalgia, sin ecos de melancolía y sin agitadores ni airados manifiestos bajo el brazo con los que obtener la ansiada repercusión mediática y ordenar criterios creativos.

Panorama literario ecuatoriano

Una antología suele enseñar algo en su diversidad, ya sea una corriente emergente, un texto novedoso, un nombre por recordar o una nueva visión de lo que suponíamos ya conocido y no lo es, porque la creación siempre está en movimiento. Por eso le fijamos sin ambages al lector actual y al venidero qué es lo que se cuece en la literatura ecuatoriana breve de hoy en día.

Esta antología debería funcionar como un catalejo, es decir, debería acercarnos a la totalidad del panorama literario ecuatoriano en su formato breve, porque toda antología, como obra politextual que permite una lectura discontinua y fragmentaria, se elabora para ayudar a constituir y justificar un presente y para reinventar el pasado por medio de la imaginación y más allá de los rígidos discursos oficiales.

Estos veintiocho escritores aportan una nueva sensibilidad, una forma distinta de ver el mundo y de expresarlo, una indeclinable búsqueda de independencia y plenitud entre las brumas silenciosas de la batalla del ser, combinan la seducción del pasado y la incertidumbre del presente y perforan la fisionomía de la realidad para asomarse al otro lado.

Por todo ello y junto al hecho de que no haya antecedente similar en el mercado en el último lustro, esta antología se torna más necesaria que nunca.

Carlos Ferrer

Carlos Ferrer

Carlos Ferrer (Benidorm, 1976). Autor del libro Pablo Palacio y otras biografías teatrales (Universidad Nacional de Loja, 2014). Colaborador de la revista ecuatoriana Rocinante (desde 2014), así como autor de artículos en revistas de Chile, Colombia, México, Brasil, Bulgaria, Uruguay, Serbia, Ecuador, España y Nicaragua. Académico por la Academia de Artes Escénicas de España y miembro de la Asociación Española de Críticos Literarios. Jurado en los premios Ciudad de Villajoyosa, Miguel Riofrío (Ecuador), Azorín, La Linares (Ecuador), Enric Valor, Ciutat d’Alcoi, Carlos Sahagún y Premio de la Crítica 2017, entre otros.

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